Presente:
La Fraternidad de San Antonio de Tacna:
Fr Dante, Fr Julio,
Fr Nicolás, y Fr Manuel, tienen la
penosa noticia que comunicarles: El sensible fallecimiento de nuestro Hermano:
Fr Abraham Espino Ríos Ofm acaecido hoy,
martes 22 del Presente mes, mes de la patria en el Convento de San Antonio de
Tacna a horas 13,20.
Como fraternidad, sentimos
una enorme pena en nuestros corazones debido a la partida de Nuestro hermanos
Abraham Espino. Tal vez son pocas las oportunidades en las que nos ponemos a
pensar que no estaremos en este mundo para siempre y que en algún momento
tendremos que partir, por eso cuando nos deja un ser querido como es Fr.
Abraham nos invade una gran tristeza porque ya no le volveremos a ver en este
mundo, sin embargo nos llena de un gran consuelo el saber que la muerte es solo
un paso más, que no es el final, que aquella persona se encuentra en otra dimensión,
donde ya no hay dolor ni enfermedad, donde desaparecen las preocupaciones de
este mundo y que en algún momento también llegará nuestro turno de partir y
entonces nos volveremos de nuevo a ver. Constructo racional y de fe que nos
permite decirle:
Querido y estimado Abraham Espino Ríos Ofm, habías venido al
mundo un 16 de marzo del año 1927, en la ciudad de Pisco, Ica. De padres: Sr
Abraham Espino y Sra Manuela Ríos. Entraste al convento el 1° de marzo del año
1968. Consagraste tu vida al servicio de Dios haciendo tu primera profesión de
voto temporal el 02 de Marzo de 1969 y te consagraste como fraile menor para
siempre haciendo tu profesión solemne el día 27 de Noviembre del año 2001. Hoy,
martes 22 del presente a horas 13,20 en nuestro convento san Antonio Tacna dejas
este mundo. Hasta hoy nos acompañaste con un testimonio de vida como muchos
santos sin hacer muchas cosas ruidosas pero una vida de simplicidad y humildad
como buen hermano menor y nos dejas para nunca más volver regalarnos una
sonrisa más. Siempre recordaremos tus
pasitos muy seguros, pero especialmente por tu fe y devoción a la virgen del
Milagro y a la Santa Eucaristía.
Querido hermano Abraham, ya te extrañamos pero nuestro
consuelo es el saber que desde la eternidad estarás velando por el bienestar de
Tus hermanos que quedamos en el mundo para seguir con la sagrada misión de
seguir anunciando el Evangelio. Seguro que hubieras querido decirnos muchas
cosas en tu despedida, pero tu semblante nos expresa lo que un día, nuestro
padre San Francisco nos dejó estas palabras de consolación: “Yo he cumplido mi
tarea, el Señor les enseñe lo que a ustedes les toca hacer” (II Cel 214).
Oh Señor, ahora comprendemos mejor lo que nos dijiste: “Ustedes
también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos
pensada” (Mt 24,44). Y lo que San Pablo también ya nos había dicho: “Nada trajimos
cuando vinimos al mundo, y al irnos, nada podremos llevar” (I Tm 6,7). Y “ninguno de nosotros vive para sí, ni tampoco
muere para sí. Si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el
Señor: tanto en la vida como en la muerte, pertenecemos al Señor. Porque Cristo
murió y volvió a la vida para ser Señor de los vivos y de los muertos” (Rm
14,7-9).
Señor, tu nos has dicho “Yo soy la Resurrección y la Vida. El
que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no
morirá jamás” (Jn 11,25-26). Te pedimos de tu infinita misericordia que acojas
en tu reino a nuestro hermano Abraham Espino Ríos y si por su condición humana
tuvo algún pecado en este mundo Perdónale y santifícale para que goce en tu mansión
celestial.
Amen.
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